SINOPSIS
La rutina y la chistorra han llevado a Mauricio a perder cosas que daba por supuesto. En un acto de incongruente desesperación, acude al carromato de una adivina de feria para intentar atar los cabos sueltos que se ha ido dejando por el camino. Con la ayuda de su bola de cristal, la adivina le muestra una realidad diferente.
PRÓLOGO DEL DIRECTOR
En diciembre de 2015 murió mi perro Rufo, un labrador canela vago y cariñoso, que aprovechaba cualquier descuido para robar los polvorones de la mesa o comerse un calcetín. Rufo se fue por un cáncer, fue un final tremendamente triste. Pero hay una cosa por la que estoy agradecido: me pude despedir. Sus dos últimos meses estuvieron llenos de caprichos y abrazos, de pollo con queso, de paseos por la montaña.
Ese sentimiento de gratitud, de ser consciente de lo que tenía y estaba a punto de perder, me inspiró a escribir “Adivina”, una historia que habla fundamentalmente sobre la pérdida y lo poco que valoramos las cosas hasta que ya no las tenemos. Y lo hace a través del humor y la ironía, de unos personajes llevados al extremo pero a la vez muy humanos, de una situación decadente pero también llena de magia, de sueños. Porque hay veces en las que las cosas que imaginamos son tan importantes como las cosas que suceden.